Lo social aparece como un resultado de la vida humana con los otros hombres, conforma y transforma al hombre. El hombre no nace social, se hace social.[1]
Éste, desde que nace forma parte de grupos humanos, el primero es la familia, y luego se va a incorporando a otros grupos, como el grupo de pares, la escuela, la Iglesia, etc. Por supuesto hablando en términos generales, dejando de lado particularidades como por ejemplo el caso de los "hombres ferales", criados por lobos, etc.
La persona humana mantiene relaciones sociales a partir de la participación en los mencionados grupos, ocupa un estatus, cumple roles, cumple modelos indicativos de comportamiento (pautas).
Es decir, participa activamente de la vida social. Esto implica que el hombre es miembro de una sociedad determinada, con todo lo que ella significa, principalmente la adopción de una cultura común.
Siguiendo a Juan Carlos Agulla, podemos nombrar tres características básicas sobre la condición social del hombre:
  * a) Lo social del hombre es algo adquirido en la convivencia. Esto hace referencia a lo dicho anteriormente: el hombre no nace social , se hace social.